miércoles, 4 de febrero de 2009

"Sueños"


El entrecortado aliento de un sueño, me abre las puertas del infinito.Yo no solía soñar, no me estaba permitido. Metalizada en mi realidad, los sueños eran para mí divagues de gente que no pisaba el suelo.Los divagantes, al poco tiempo me demostraron que tenían agallas.Que tenían valor y valores, que no es poca cosa.
La cobarde era yo. Pero como aprender, a soñar si nunca me habían enseñado. Descubrí al poco tiempo que no tenían que enseñarme… Los sueños son propios personales y únicos de cada ser humano. Sólo debía conectarme conmigo misma, escucharme.
Respetarme, aunque los demás no lo habían hecho y habían coartado esta sensación en mí. Los sueños nacen del alma, del deseo de algo que sentimos que podemos lograr ante todo y ante todos. Los sueños, son esa maravillosa sensación de que se puede lograr lo que anida en el corazón, te hincha el pecho y simplemente te hace sonreír con los ojos cerrados.
Es una vibración que desarruga el entrecejo, nos aliviana, y nos lleva a dar el gran paso… Con esfuerzo la mayoría de las veces, el problema radica que para quien nunca se permitió soñar, cuando esta sensación llega nos asusta y nos negamos a sentirla.
El pánico nos paraliza y sacudiendo la cabeza nos llega la mirada que nos cegaba, el dedo acusador de que las cosas son como son y seguimos secos por la vida. Me costó mucho tirar esa idea a la basura, papelera de reciclaje, porque lamentablemente aun se puede recuperarse ese miedo, que nos hace negarnos la idea de que si se puede.
De a poco me voy descubriendo, me permito algún que otro sueño, alguna que otra fantasía pero siempre con el efecto doblegado del ¡no!
Cuesta deshacerse de los fantasmas que nos guiaron. Que nos castraron la libertad de sentirnos, de conocernos, de sabernos.
Pero de a poco despliego mis alas, aun tengo miedo, y más miedo aún, me da enfrentarme a mis propios miedos. Me siento como un árbol talado a punto de dar flores. Los hachazos me dejaron como un cerco cortado perfectamente prolijo, mas cuanto me gusta ver en esos cercos alguna rebelde rama asomando a pesar de la talada.
Quiero florecer, sin nadie que me corte la esperanza de que lo que sueño, es mío, y nadie tiene el derecho a frustrarme, necesito el valor, los sueños están asomando, la rebelión se está desatando y yo me estoy respetando.
La vida es extraña, nos asalta a la vuelta de la esquina: la realidad, los fracasos, las desilusiones, pero también nos puede arribar sorprendentemente algo bueno que por pequeño que sea, ya es inmenso para mi corta perspectiva aun maniatada por el no se puede, ¡no se debe!
Yo quiero y debo por lealtad a mí misma permitirme soñar, y decirles a los otros tantos maniatados como yo que se puede, que se debe. Que es casi obligación para ser libres, para ser uno, para expandirse sin miedos, ni vergüenzas, ni ataduras, soñar, soñar, es la llave para crecer y darles a los que amamos la libertad de hacerlo. Ese es el mejor regalo para nosotros y para todos aquellos… Que se atrevan a soñar.


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Creo que mas de una persona se reprime la posibilidad y libertad de soñar, quizás por miedo a las desilusiones; Pero también creo que si existiese la certeza de que todos los sueños mas tarde o temprano se cumplen nos atreveríamos a soñar mas, nos permitiríamos dejar que los pensamientos y las ilusiones vuelen mas allá de los limites que nosotros mismos nos imponemos. También creo que los sueños necesitan una cuota de nuestro compromiso, por que somos nosotros los encargados de hacerlos realidad con esfuerzo y paciencia, pero por sobre todo desear ese sueño con todas nuestras fuerzas…

IVANNA

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Cuando tienes un sueño el universo entero conspira para que puedas realizarlo...
Es justamente la posibilidad de realizar un sueño lo que hace que la vida sea interesante...
El peor pecado que puede incurrir cuando tienes un sueño es desistir de el...

Paulo Coelho

lunes, 26 de enero de 2009

¿Para que sirve un minuto?




Un minuto sirve para sonreír, sonreír para el otro, para ti y para la vida. Un minuto sirve para ver el camino, admirar una flor, sentir el perfume de la flor, sentir el césped mojado, percibir la transparencia del agua.
Un minuto sirve para escuchar el silencio. Es en un minuto en que uno dice el sí, o el no que cambiará toda su vida.Un minuto para un apretón de mano y conquistar un nuevo amigo. Un minuto para sentir la responsabilidad, pesar en los hombros, la tristeza de la derrota, la amargura de la incertidumbre, el hielo de la soledad, la ansiedad de la espera, la marca de la decepción, la alegría de la victoria.En un minuto se puede amar, buscar, compartir, perdonar, esperar, creer, vencer y ser.

En un minuto se puede salvar una vida. Tan sólo un minuto para incentivar a alguien o desanimarlo. Un minuto para comenzar la reconstrucción de un hogar, de una vida.
Minutos... Cuántas veces los dejamos pasar sin darnos cuenta, pero también cuantas veces traemos a nuestra vida los recuerdos de los minutos vividos llenos de felicidad, de alegría y tristezas.
Con frecuencia decimos "es un minuto" que nos parece nada, pero cómo se aprecia ese minuto al levantar la mano y saludar a un amigo que se va para siempre, cómo se valora ese minuto que hace que lleguemos tarde a nuestro trabajo, cómo se espera ese minuto que nos lleva a reunirnos con los que amamos, cómo nos llena de emoción ese minuto al que se entrega al hilo al nacer y como también que la vida otorgue más minutos a que la muerte separará físicamente y no veremos más.Un minuto parece increíble, parece tan poquito, y sin embargo, puede dejar una huella tan profunda en nuestra vida.
Lo importante no es vivir la vida por qué sí, dejando pasar el tiempo.Aprendamos a vivir la vida intensamente. Aprendamos a no posponer las emociones más lindas de la vida pensando que "sí no es hoy, será mañana"Recuerda que tu tiempo es hoy.


La vida es hoy.


Que el reloj de tu vida marque cada minuto al compás de los latidos de tu corazón.


Autora: María Julia La Fuente





Qué verdad tan cierta no? valga la redundancia; no siempre le damos importancia a las cosas que podemos hacer en un minuto, vivimos en un mundo tan agitado donde las cosas simples lindas, que nos llenan de regocijo que a veces duran tan solo eso, "1 minuto" no tienen lugar, como, un saludo de despedida, un beso, un abrazo, un rápido pero intenso te quiero. Pero también es cierto que muchas veces lamentamos un minuto perdido que no supimos aprovechar o que tal vez nos hubiera gustado exprimirlo mas y digo esto por experiencia. yo tengo una hermana que me acompaña siempre en mi corazón, en mis pensamientos, en mis sueños dormidos y en mis sueños despiertos, en mis mis mas preciado recuerdos, ella esta conmigo, pero por cosas de la vida, del destino, físicamente no la tengo y no la tendré jamas. Lo que quiero contarles es que ella fue a un viaje donde iba a encontrarse con su mayor sueño, con su ilusiòn, con su razón de tantas luchas, de tantos sufrimientos, (se iba nada mas ni nada menos a realizarse un transplante de riñón) yo tuve gracias a dios la posibilidad de despedirla de desearle mucha suerte de darle un beso y un abrazo, un minuto del cual lo único que me arrepiento es de no poder haberlo podido extender un poco mas, saben por que? Ese fue un viaje sin retorno, ella no volvió.......las cosas no salieron bien....Pero yo recuerdo un minuto de felicidad en su rostro, un minuto de ilusión, un minuto de esperanza, también fue un minuto en el cual sentí miedo, por que no decirlo. Y ese ultimo minuto que viví a su lado no lo voy a olvidar jamas, es el minuto mas importante del cual hoy les puedo hablar.
De: ivanna